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Fritz Von Uhde, un pintor que refleja la "espiritualidad de la ternura"


Fritz von Uhde (1848–1911) fue un pintor alemán, creador de obras de género y temas religiosos, que trató también como si fueran escenas costumbristas. Su estilo se encuentra entre el realismo y el Impresionismo.

En 1876 visitó al pintor historicista Hans Makart, pero éste se negó a tomarle como alumno. No obstante, se nota su influencia en las primeras obras de temática histórica. Visitó París y se trasladó a Múnich en 1877 para acudir a la Academia de Bellas Artes, no pudiendo entrar en la Academia. En Múnich admiró particularmente a los antiguos maestros holandeses, y en 1879 viajó a París donde sus estudios de los pintores holandeses continuaron. Le influyó la pintura al aire libre de Max Liebermann, dedicándose a pintar a plein air hasta el final de su vida. En 1882 un viaje a Holanda trajo un cambio en su estilo, pues abandonó el sombrío claroscuro que había aprendido en Múnich a favor de un cromatismo informado por las obras de los impresionistas franceses.

Su obra fue a menudo rechazada por la crítica de arte oficial, y por el público, por sus representaciones de escenas cotidianas consideradas vulgares o feas.


Sin embargo la obra de von Uhde, trasmite no solo una gran belleza, exterior, pero sobre todo "interior". Todos sus personajes reflejan esas características... y no solamente cuando se refiere a los niños.

Especialmente von Uhde, "fotografía" la ternura; epecialmente en donde mejor se representa, esto es, en los niños. Por eso Jesús dirá de ellos "dejad que los niños se acerquen a mí de ellos es el reino de los Cielos". Quizás por eso uno de los cuadros más encantadores de Fritz von Uhde retrata precisamente esa escena de Jesús rodeado de niños.

El crítico Otto Julius Bierbaum en 1893, escribió, «Como pintor de niños, Uhde se distingue extraordinariamente... los retrata, no como muñecos entretenidos o encantadores, sino con una naturalidad extrema»; pero podríamos añadir que al mismo tiempo, los retrata dulcemente, o sea, los mira con ternura.

Hay muchísimas escenas donde Fritz von Uhde refleja esa ternura; no solo en las escenas de niños, sino también en tantas escenas familiares, donde se reflejan tantas virtudes familiares: paz, alegría, serenidad, confianza, optimismo, entrega, amor, diálogo, entendimiento, confianza, devoción, ... también complicidad, etc.


Hoy, en nuestro tiempo, con el Papa Francisco podemos preguntarnos "si nosotros mismos hemos experimentado esta ternura, y si a su vez nos hemos convertido en testigos de ella... la ternura no es en primer lugar una cuestión emotiva o sentimental, sino la experiencia de sentirse amados y acogidos en nuestra pobreza y miseria y, por lo tanto, transformados por el amor de Dios” (Papa Francisco, Audiencia General 19.01.2022)


Se puede afirmar que todo eso se transmite en la pintura de Fritz von Uhde.


Hay que recordar que von Uhde es un devoto luterano y, por tanto, también esos aspectos quedan magnificados cuando los temas que desarrolla en su pintura son estrictamente religiosos.


Por ejemplo, está muy presente en sus pinturas sobre la figura del ángel custodio

También en las escenas referidas a la Nacimiento del Señor, no deja de sorprender, junto a una iconografía que refleja la realidad, la gran dosis de ternura que inspira esas imágenes...

Es como un "in crescendo" que se refleja en otras escenas. Por ejemplo, en la escena del Abrahan y su hijos Isaac. Podría también representar, si hubiese querido, la escena de "el regreso del hijo pródigo". Ni siquiera "el Padre" del cuadro de Rembrandt, refleja tanta ternura: realmente es conmovedor esta escena...

... o el encuentro de Jesús con María Magdalena, representado en el Arte bajo la forma iconografica de "noli me tangere". Aquí es Jesús quien realmente se compadece...

También Fritz von Uhde inspira una "espiritualidad familiar", especialmente reflejada en los temas relacionados con la bendición de la mesa.


En este cuadro de 1888, Uhde pone en imagen la bendición, esto es, la oración que precede las comidas. Si Cristo se puede reconocer por su aureola, su barba y su larga túnica, está sobre todo muy cercano a las personas.

Es el padre de familia quien con deferencia y respeto invita a Jesús a presidir la mesa desde el lugar donde se colocaría el paterfamilias.


Sin embargo, aquí es un personaje femenino el que expresael mayor fervor. La madre se inclina hacia Cristo, levantando la mirada hacia él, mientras que los hombres simplemente bajan la cabeza, en un gesto tradicional de recogimiento. Un estereotipo bastante difundido en aquella época ya que se considera que es sobre todo por mediación de las mujeres que se mantienen las tradiciones religiosas.


Las miradas de los niños lo dice todo....


Quiero concluir con otro cuadro delicioso. Una "última cena" que la iconografía cristiana tantas veces ha representado. Normalmente las descripciones de ese momento del Señor instituyendo la Eucaristía, están revestidos de la gran solemnidad del momento, incluso en muchos casos, se refleja también el drama de la traición que Jesús acaba de anunciar . Así lo reflejan tantísimos pintores conocidos como: Leonardo da Vinci, Juan de Juanes, Dirk Bouts, Andrea Mantegna, Tintoretto, Giovanni Battista Tiepolo, Peter Paul Rubens, Bartolomé Murillo, Francisco Goya, etc .... incluso Salvador Dalí... y otros muchos más.


Pocos han sabido reflejar la "calidez" del momento, de un modo tan especial como lo hace Fritz von Uhde



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